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Revista chilena de infectología

Print version ISSN 0716-1018

Rev. chil. infectol. vol.30 no.3 Santiago June 2013

http://dx.doi.org/10.4067/S0716-10182013000300003 

ARTÍCULO ORIGINAL
ZOONOSIS

 

Prevalencia de leptospirosis en perros vagos capturados en la ciudad de Temuco, 2011

Prevalence of leptospirosis in vague dogs captured in Temuco city, 2011

 

Christian Tuemmers, Carlos Lüders, Claudio Rojas, Michel Serr¡, Rodrigo Espinoza y Carolina Castillo

Universidad Católica de Temuco, Temuco, Chile.

Correspondencia a:


Background: Leptospirosis, a bacterial disease of worldwide distribution, affects various animals and is considered a zoonosis. It can be transmitted directly or indirectly, mainly through contact with the carrier's urine and entering the body through mucous membranes or skin. In the city of Temuco, there are no epidemiological studies of canine leptospirosis and the country data are scarce. Objective: To determine the prevalence of leptospirosis in stray dogs of the city of Temuco. Material and Methods: In a cross- sectional study, 400 dogs admitted to Temuco Kennel during the year 2011 were sampled. Blood samples were analyzed using a modified commercial ELISA kit. Results: The prevalence of leptospirosis was 21.3%. Positive cases were concentrated in dogs 5 to 8 years of age, independent of gender. Discussion: The high prevalence found demonstrates the need for further studies to better understand the epidemiology of the disease and to establish prevention and control measures.

Key words: Leptospirosis, zoonosis, stray dog, Weil disease.


Resumen

Introducción: La leptospirosis es una enfermedad bacteriana de distribución mundial, afecta a diversos animales y es considerada una zoonosis. Puede transmitirse de manera directa o indirecta, principalmente por contacto con orina de un animal portador, ingresando al organismo a través de las mucosas o la piel reblandecida por la humedad. En la ciudad de Temuco no existen estudios epidemiológicos de leptospirosis canina y los datos en el país son escasos. Objetivo: Realizar un estudio de corte transversal, para determinar la prevalencia de leptospiro-sis en perros vagos de la ciudad de Temuco. Material y Métodos: Se procuró muestras de un total de 400 perros ingresados al Canil Temuco durante el año 2011. Se recolectaron muestras de sangre para luego ser analizadas mediante un kit comercial de ELISA modificado. Resul- encontrada demuestra la necesidad de mayores estudios tados: La prevalencia de leptospirosis en perros vagos de tendientes a comprender mejor la epidemiología de la la ciudad de Temuco fue 21,3%. La mayoría de los casos enfermedad y poder establecer medidas de prevención positivos se concentran en perros de 5 a 8 años de edad y control que eviten el riesgo de exposición del hombre e independiente del sexo. Discusión: La alta prevalencia a esta zoonosis.

Palabras clave: Leptospirosis, zoonosis, perro vago, enfermedad de Weil.


Introducción

La leptospirosis es una enfermedad de distribución mundial y merece especial mención dentro de las zoonosis1-5, siendo reconocida prácticamente en cualquier sitio donde exista convivencia con animales6. Fue descrita por primera vez en el hombre en 18867,8 y en caninos en el año 18999. Esta patología es causada por bacterias patógenas del género Leptospira2 y, si no es tratada oportunamente, puede llegar a ser mortal10. A pesar de esto, es considerada una enfermedad de baja mortalidad, pero de alta morbilidad11.

Afecta a diversos mamíferos como bovinos, equinos, caninos, roedores y humanos, entre otros12. Los animales son considerados hospederos de mantenimiento de la enfermedad13 y los distintos serovares tienen predilección por algunas especies8,12, entre los que podemos nombrar: L. canicola asociada al perro, L. hardjo para bovinos, L. pomona para bovinos y cerdos, L. bratislava para los cerdos5,13 y L. icterohaemorrhagiae a roedores y perros, siendo ésta la que produce con mayor frecuencia infección grave en humanos12.

La leptospirosis se puede transmitir directa o indirectamente, entre animales, o de los animales a las personas. La forma directa se produce al entrar en contacto con sangre, tejidos u órganos de animales infectados14, mientras que la forma indirecta es la más frecuente, donde el agua juega un papel primordial1, ya que las leptospiras provenientes de terrenos o agua contaminada con orina de animales enfermos ingresan al organismo a través de la mucosa oral, conjuntival, nasal o genital; así mismo, a través de la piel con laceraciones o reblandecida por la humedad15,16. Las tasas de transmisión son muy elevadas ya que sólo 10 microorganismos son necesarios para causar la enfermedad9.

Esta afección es considerada una zoonosis de riesgo profesional, siendo los más afectados los médicos veterinarios, agricultores y empleados de mataderos17. Pese a esto, actualmente existe una disminución del contagio de leptospirosis por riesgo ocupacional y ha aumentado el riesgo recreacional, especialmente asociado al turismo aventura, donde un gran número de veraneantes se bañan en aguas estancadas en la época estival8.

Esta enfermedad constituye un importante problema emergente en la Salud Pública18, debido a la incidencia cada vez mayor, tanto en países en vías de desarrollo como en los países desarrollados19; es más común en áreas tropicales y subtropicales con altos índices de precipitación2.

En cuanto al agente etiológico, Leptospira sp es muy sensible a la desecación, a la exposición directa a los rayos solares7 y a los cambios de pH (vive en pH entre 6 y 8), pero sobrevive hasta tres meses en suelos húmedos, aumentando este tiempo en aguas estancadas7,20. Por esto, la tasa de incidencia de la leptospirosis se incrementa en épocas lluviosas en regiones de clima cálido13.

La incidencia anual estimada en el ser humano varía de 0,1 a 1 caso por 100.000 individuos en zonas templadas, de 10-100 casos por 100.000 individuos en climas húmedos tropicales y cuando se producen brotes o epidemias la incidencia puede alcanzar más de 100 casos por 100.000 individuos2.

Los focos más importantes de la enfermedad se en cuentran en el Caribe, América Latina, India, sur este de Asia, Oceanía e incluso en la Unión Europea o Japón21,22.

Diversos autores señalan que el cambio climático favorecerá el aumento en la incidencia mundial de leptospirosis23, ya que provocará situaciones climáticas extremas como inundaciones, cuando el área de la salud y sus recursos serán limitados si no se toman los recaudos sanitarios con la debida anticipación24.

En Chile, la leptospirosis está presente y su incidencia se conoce a partir del año 2000, cuando fue incorporada como enfermedad de notificación obligatoria a través del diagnóstico de laboratorio25, descrito en el reglamento N° 712 (actual DS 158), emanado por el MINSAL, bajo la responsabilidad del Instituto de Salud Pública. Sin embargo, no se han realizado estudios sistemáticos que den a conocer la situación real que afecta a la población humana a lo largo del territorio nacional. A diferencia de estudios en animales, donde sí se han pesquisado, principalmente en el sur del país26, éstos no son suficientes para demostrar el estatus zoosanitario en cuanto a la prevalencia de leptospirosis.

Existen estudios relevantes sobre prevalencia de lep-tospirosis humana en Chile, como el realizado por Perret y cols.25, quienes detectaron 3,3% de casos positivos a leptospirosis en una población de riesgo en la Región Metropolitana. Por otro lado, Arias y cols.27, analizaron un brote epidémico de leptospirosis acaecido en niños de Linares, en el que de 182 niños expuestos, 90 fueron positivos a leptospirosis. Riedemann y Zamora28, realizaron un importante estudio en 239 campesinos del sur de Chile, expresando una positividad de 19,6%.

La prevalencia de leptospirosis animal ha sido mayormente estudiada, especialmente, en algunas regiones sureñas de Chile8. Silva y Riedemann18, en la ciudad de Valdivia, obtuvieron una prevalencia de 14,8%. Por otra parte, Lobos29 detectó una positividad de 30% en perros vagos de la ciudad de Chillán. Sothers30, obtuvo 31,05% de prevalencia en perros de distintas zonas de la ciudad de Chillán, mientras que García31 encontró 38,3% de positividad en perros atendidos en la Clínica Veterinaria de la Universidad de Concepción, en Chillán. Por otro lado, el estudio realizado por Zamora, Kruze y Riedemann32, entregó cifras de prevalencia de leptospirosis de 41,9% en zonas rurales del sur de Chile.

Por lo anteriormente mencionado se fijó como obj etivo: determinar la prevalencia de leptospirosis en perros vagos capturados durante el año 2011 en la ciudad de Temuco e ingresados al Canil Temuco.

Material y Métodos

Este estudio contó con el auspicio y colaboración entre la SEREMI de Salud Araucanía Sur, Municipalidad de Temuco y Universidad Católica de Temuco.

Este proyecto correspondió a un estudio de carácter cuantitativo y de corte transversal y se desarrolló en un período de 18 meses, procurando muestras de perros vagos de la ciudad de Temuco ingresados al Canil Temuco, durante el año 2011. Éste se realizó por un método no pro-babilístico intencionado y se seleccionaron los animales que cumplían los criterios de haber sido ingresados como máximo durante las 48 h previas a la toma de muestra y ser considerados vagos. Estos perros, capturados por personal de la Municipalidad de Temuco, deambulaban libremente por las calles de la ciudad, plazas, campamentos y el vertedero municipal, sin ningún tipo de restricción. Además se encontraban en estrecho contacto con otros canes vagos y posiblemente también con animales domésticos de hábitos callejeros.

Para el cálculo del tamaño de la muestra se empleó la fórmula sugerida por Thrusfield (1995)33.

n = 1,962 Pexp (1-Pexp) / d2

La prevalencia estimada fue fijada en 50%, ya que se desconoce la prevalencia de la zoonosis, estableciendo un IC de 95% y obteniéndose un tamaño de muestra de 384 perros. Sin embargo, el número de perros vagos establecido fue de 400, a los efectos de salvaguardar las posibles exclusiones según los criterios fijados.

El procedimiento de toma de muestras e identificación de agentes infecciosos se realizó bajo normas de biosegu-ridad, manteniendo la higiene adecuada y resguardando la integridad física, con la utilización de bozales y/o tranquilizantes en los caninos, en caso que fuese necesario.

Las muestras fueron obtenidas mediante punción de la vena cefálica, quedando como segunda opción la vena safena. Una vez extraídas las muestras fueron depositadas en un tubo Vacutainer estéril sin anticoagulante, se rotularon con el número de identificación del canino y se trasladaron refrigeradas al laboratorio, para luego de su coagulación ser centrifugadas durante 5 min a 3.500 rpm. Los sueros obtenidos se congelaron a -20°C hasta el momento de su análisis.

Para el análisis diagnóstico se utilizó el kit comercial serológico: ImmunoComb Canine Leptospira Antibody Test Kit®. Esta prueba corresponde a una modificación del método ELISA (inmunoensayo enzimático) y detecta los títulos de anticuerpos presentes en el suero o la sangre entera, obteniéndose resultados en 20 min. Contiene una mezcla de serovares de L. interrogans: L. icterohaemorrhagiae, L. canicola, L. pomona y L. grippotyphosa. El kit diagnóstico no identifica los serovares que afectan al animal; sin embargo, permite conocer el grado de positividad de la reacción, que puede ser baja, moderada o alta, identificándose en niveles de S0 a S6, respectivamente. Estos resultados son comparables con la prueba de MAT (microaglutinación en tubo), es decir, muestras con resultados entre S1 y S2 son positivamente bajos, y equivalen a títulos de 1:100 o 1:200 en la MAT, mientras que S3 indica positividad moderada, equivalente a 1:400 títulos en la MAT y finalmente resultados iguales o superior a S4 son altos, sobre 1:400 títulos34.

El análisis estadístico de los resultados se realizó mediante el programa estadístico SPSS, aplicando estadística descriptiva y χ2 para establecer si los animales positivos presentaban independencia de la edad y el sexo, a un nivel de significación de 5%.

Resultados

De la población estudiada, 172 perros fueron machos y 228 fueron hembras, representando 43 y 57% de la población, respectivamente. El rango de edad de los animales estudiados fue de 2 meses a 12 años con una mediana de 3 años.

De 400 animales evaluados, 85 resultaron positivos, calculándose la prevalencia de leptospirosis en 21,3% (Tabla 1, Figura 1).

Tabla 1. Seroprevalencia de leptospirosis en perros vagos de Temuco, año 2011

Figura 1. Distribución porcentual de caninos positivos y negativos a leptospirosis, año 2011.

Del total de machos estudiados, 21,5% (n: 37) resultaron positivos, mientras que 21,2% (n: 48) del total de hembras, presentaron leptospirosis, no encontrándose diferencias significativas entre ambos, P > 0,05 (Tabla 2, Figura 2).

Tabla 2. Muestras caninas clasificadas por sexo, año 2011

Figura 2. Muestras caninas positivas y negativas clasificadas por sexo, año 2011.

Respecto a la edad, se observaron diferencias donde la mayor seropositividad se presentó en animales de entre 5 y 8 años de edad, con 24,07%, mientras la menor positividad se observó en cachorros (menores a 1 año) con 20,4% (Tabla 3, Figura 3).

Tabla 3. Muestras caninas clasificadas por grupo etario, año 2011

Figura 3. Muestras caninas positivas y negativas clasificadas por grupo etario, año 2011.

Discusión

Para el diagnóstico de la leptospirosis es necesario utilizar métodos sencillos y rápidos de ejecución siendo las técnicas serológicas las de mayor precisión y eficacia para estas investigaciones35. El método diagnóstico utilizado en este estudio fue el kit comercial ImmunoComb Canine Leptospira Antibody Test Kit®, que corresponde a un test de ELISA modificado, con un alto índice de sensibilidad (98%) y especificidad (97%). Esta prueba resultó ser eficaz en simplicidad y rapidez en el análisis de leptospirosis, comparada con la MMAT (test de aglutinación microscópica), prueba de referencia y comúnmente utilizada para el diagnóstico de esta patología36, presentando una sensibilidad de 90% y especificidad de 100%18,37. El método diagnóstico utilizado puede provocar diferencias entre investigaciones de un mismo tipo18.

En el presente estudio se obtuvo 21,3% de prevalencia de leptospirosis en perros vagos de la ciudad de Temuco, presentándose la enfermedad principalmente en perros adultos (24,07%), coincidiendo con lo informado por la Sociedad Chilena de Infectología Veterinaria (Sochivet) y el Comité de Infecciones Emergentes de la Sociedad Chilena de Infectología38. Por otro lado, Tilley, Smith y MacMurray39, indican que la enfermedad afecta a perros de cualquier edad y que la incidencia es mayor en caninos machos, contrario a los resultados obtenidos en este estudio.

Los perros, por su capacidad de diseminación de agentes patógenos, tienen gran relevancia en el ciclo de la enfermedad según lo describen distintos autores40,41, siendo la calle el factor de riesgo más importante para los caninos. Se ha demostrado que los canes orinan, beben y comen generalmente en los mismos lugares, constituyendo un ambiente notablemente favorable para la transmisión de la leptospirosis; sumando a esto la presencia de roedores como gran reservorio del patógeno42, lo que puede explicar la alta prevalencia de leptospirosis obtenida en el estudio.

Si se compara la prevalencia obtenida en la ciudad de Temuco, con otros trabajos realizados en Chile, las diferencias son variables. Lobos29, entrega cifras de 30% de prevalencia en un estudio realizado en 100 perros vagos de la ciudad de Chillán. García31, determinó una preva-lencia de 38,3% de leptospirosis en perros urbanos de la ciudad de Chillán. Pineda, López y García43, detectaron una positividad de 38,3% para leptospirosis en perros escogidos al azar de la casuística del Hospital Veterinario de la Universidad de Concepción, sede Chillán. Sothers30, comprobó que la prevalencia de leptospirosis en perros callejeros escogidos al azar en la ciudad de Chillán fue de 31,05%. Por otra parte, en Valdivia se determinó una prevalencia de 14,8%18 en 400 perros atendidos en clínicas veterinarias de la ciudad. Muy diferente fue la

prevalencia de leptospirosis obtenida en el sector rural de la misma provincia el año 1966, donde 52,5% de los perros evaluados fueron positivos44.

La misma variabilidad de resultados existe con estudios realizados en el extranjero, como el de Rivera y cols.45, quienes encontraron 38,5% de prevalencia en perros callejeros del norte de Ciudad de México. Por otro lado, Rosas46, realizó un estudio en dos albergues caninos, uno en Veracruz y otro en Boca del Río, obteniendo una prevalencia de 4,3% en ambos albergues. La prevalencia obtenida en perros vagos de Temuco es considerablemente mayor, comparada con los resultados obtenidos en Veracruz y Boca del Río, pero menor en comparación con Ciudad de México. Por otra parte, en una investigación en Colombia, donde se analizaron 900 caninos (con dueño y sin vacunar) de tres municipios de Tolima: Lérida, Mariquita y Piedras se estableció una prevalencia de leptospirosis de 20,2% y se determinó que existe diferencia estadísticamente significativa en relación al sexo de los animales positivos47, lo que difiere con los resultados obtenidos en el presente estudio, donde no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre machos y hembras.

Los resultados demuestran que las prevalencias son variables, debido a las distintas realidades y factores asociados a la persistencia de esta zoonosis en el ambiente, lo cual dificulta la extrapolación entre los distintos lugares geográficos que se han estudiado, obligando a realizar estudios individuales en cada continente, país, región o zona48.

Se concluye que la leptospirosis es una zoonosis a considerar y que requiere de un mayor manejo del medio ambiente, control de reservorios y manejo sanitario de las mascotas, requiriéndose una vigilancia epidemiológica activa de la enfermedad para la toma de decisiones oportunas y efectivas por parte de las autoridades.

 

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Financiamiento: Proyecto FONIS SA10I20029. Conflictos de interés: no hay.
Recibido: 30 de octubre de 2012 Aceptado: 15 de abril de 2013
Correspondencia a: Christian Tuemmers Apablaza E-mail: ctuemmers@uct.cl

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